Muchos entrenadores y jugadores profesionales coinciden en que el fútbol actual está evolucionando hacia una mayor exigencia psicológica o emocional. Entre tanta igualdad en la preparación de los futbolistas y de los equipos, el elemento que marca la diferencia es la psicología. Jugadores y jugadoras se forman desde pequeños en escuelas, llamadas ahora academias, lo que les permite haber avanzado mucho en la calidad de los gestos técnicos y acciones (técnica), en el conocimiento o comprensión del juego (táctica) y en el desarrollo condicional. Se puede afirmar que hay mucho talento o calidad individual.
El fútbol actual se juega muy rápido, vertical, a uno o dos toques, las decisiones se han de tomar antes del control, no hay tiempo para pensar, exige una gran concentración, autoconfianza, atrevimiento, entendiendo que el error forma parte del juego… Además, requiere de un trabajo colectivo, ajustado a un plan común, donde cada jugador ha de ser solidario para el equipo… El estilo de dirección por parte de los entrenadores debe ajustarse a la sociedad del siglo XXI, no admitiendo usos y costumbres autoritarias, excesivamente directivas, poco empáticas… Entre tanta igualdad en la preparación de jugadores y equipos, la psicología se ha convertido en un factor diferencial del rendimiento individual y colectivo.
Tomás García Calvo es Catedrático de la Universidad de Extremadura y entrenador de nivel III, su experiencia combina la labor científico-docente, como profesor, con el entrenamiento o dirección de equipos, como a entrenador. Nadie como él para hacernos una revisión actual y una previsión de futuro de la psicología en el fútbol.