Outdoor Training: un entrenamiento “diferente”

José Carrascosa
Outdoor Training: un entrenamiento “diferente”

¿El aprendizaje del alumno se agota en el aula? ¿Se le debe sacar del aula para que también aprenda en otros contextos diferentes o es una pérdida de tiempo? Lo mismo cabe preguntarse en deporte y en la empresa. “No perder un minuto de entrenamiento de campo” es una forma de pensar cada vez más anacrónica en el ámbito del entrenamiento, la formación o la educación.

¿Sin emoción no hay aprendizaje?

Un obstáculo para el aprendizaje es la rutina, la monotonía, anticipar lo que te van a decir o lo que se va a hacer, sentirse aburrido, perder interés, escuchar de forma pasiva, estar inactivo… El aprendizaje pasa por sentir curiosidad, interés, por despertarse el afán por conocer, aprender y mejorar, por emocionarse al experimentar, manejar, resolver, preguntarse, participar de forma activa, por disfrutar… Se aprende mucho más haciendo que escuchando. No puede aprender quien está aburrido o cansado de hacer siempre lo mismo, quien piensa que todo lo sabe.

El docente (entrenador, profesor, formador…) debe saber despertar el interés y mover la inquietud por conocer y aprender. Debe mover emociones, emocionar: sin emoción no hay aprendizaje. Nuestro cerebro procesa la información en un primer momento a nivel emocional. El sistema límbico se activa procesando la información en términos emocionales: atractiva, interesante, agradable, divertida… o rutinaria, aburrida, poco interesante, pasiva… de forma que según es procesada se abre o se cierra el aprendizaje. Solo después entra en acción el sistema cognitivo o razonamiento. Primero la emoción, después la razón. Si el aprendizaje no contempla esta premisa está abocado al fracaso.

El cerebro aprende mejor cuando el docente abre en el alumno la curiosidad:

  • la situación de aprendizaje es atractiva
  • la información se presenta de forma clara
  • la información se interpreta como útil
  • el educando participa de forma activa (piensa, pregunta, genera soluciones, tiene la oportunidad de aplicarlas…)
  • trabaja en equipo o en un contexto de trabajo cooperativo
  • disfruta de lo que hace.

En cambio, el cerebro tiende a cerrarse al aprendizaje ante docentes que:

  • no transmiten ni emocionan
  • cuando se aburre
  • cuando pierde la curiosidad o interés
  • cuando sólo escucha y no hay posibilidad de poner en acción
  • cuando el trabajo es individual o solitario.

El poder educativo de los contextos nuevos, desestructurados e informales

Lo poco gusta y lo mucho cansa”, dice el saber popular. El mismo contexto de trabajo, día tras día, acaba convirtiéndose en rutinario de forma inevitable. Se repiten los mismos comportamientos, las relaciones personales se ven mediatizadas por los roles desempeñados, surgen juicios previos, se interpreta el mensaje más que se escucha, se limitan las iniciativas a la función desempeñada… Poco se escapa de lo previsible. Los compañeros son muchas veces auténticos extraños que trabajan cerca y en ocasiones juntos. Lo habitual acaba perdiendo el potencial respecto a lo nuevo e imprevisto.

La montaña, el mar, la cocina de un hotel, el vestuario de un equipo de fútbol, un taller artesano, un horno de pan, el box de un equipo de automovilismo, una mesa con un puzzle por montar… cualquier lugar o escenario diferente al contexto habitual de trabajo ofrece posibilidades para realizar acciones sobre las que observar y enseñar competencias emocionales que exige el trabajo en equipo.

¿Qué son las acciones OUTDOOR?

Son actividades que se desarrollan en un contexto nuevo, diferente, alejado del laboral, tanto de una empresa como de un equipo deportivo. Las acciones outdoor tienen un carácter lúdico, pretenden alcanzar unos objetivos mediante el juego, desde la resolución de tareas lúdicas que requieren del trabajo en equipo.

Las acciones outdoor deben responder a unos objetivos concretos en términos de aprendizaje, deben estar planificadas o diseñadas según los objetivos, se deben desarrollar según una estructura, y deben ser evaluadas por los usuarios o participantes en ellas. No puede ser que el único objetivo de la actividad outdoor sea tener un día de asueto y disfrutar juntos, ya que esto supondría desconocer y desaprovechar el potencial de este tipo de acciones.

Las acciones outdoor son puestas en acción que tienen como finalidad favorecer aprendizajes concretos relacionados con el trabajo en equipo, previstos en su preparación y evaluados tras su desarrollo.

¿Por qué recurrir a acciones OUTDOOR?

¿Salir un día de la empresa o de los campos de entrenamiento para pasárselo bien, tener un rato de asueto, despejar la cabeza y hacer “equipo”, son suficientes argumentos para utilizar el outdoor training? Pienso que esta visión es una mera caricatura. Es mucho mayor su potencial.

Los objetivos para realizar acciones outdoor pueden ser múltiples y diferentes:

  1. Favorecer el conocimiento personal entre compañeros de equipo de trabajo
  2. Observar la dinámica de un equipo de trabajo en un contexto no formal
  3. Identificar qué rol asume cada miembro del equipo de trabajo, sabiendo que se tiende a reproducir los mismos que en el contexto formal
  4. Realizar selección de personal en función de las competencias emocionales identificadas en la resolución de las acciones outdoor
  5. Estimular el aprendizaje y entrenamiento de competencias emocionales mediante la resolución de tareas desde un trabajo en equipo (comunicación asertiva, liderazgo, resiliencia, creatividad o espíritu emprendedor, gestión de la frustración, autocontrol emocional, trabajo cooperativo…)
  6. Identificar líderes potenciales
  7. Favorecer un clima lúdico como refuerzo o reconocimiento al buen trabajo colectivo

¿Cuál es la metodología outdoor, cómo se desarrolla un día outdoor?

El desarrollo de una acción outdoor requiere de un proceso en el que se pueden identificar diferentes pasos: evaluación inicial, planificación, desarrollo y evaluación final.

  • Evaluación Inicial. En colaboración con la Empresa o Club Deportivo se valoran las necesidades formativas de sus empleados o deportistas, se concretan la demanda en objetivos de trabajo a conseguir mediante la acción outdoor. También, se elige el contexto en el que se desarrollará dicha acción, en qué medio o a través de qué metáfora se va a trabajar (montaña-escalada/trekking/orientación, mar-vela, vestuario-fútbol/baloncesto, río-piragua/ kayak/rafting, cocina…)
  • Planificación. Se organiza o prepara el desarrollo de la actividad según los objetivos propuestos y en el medio o contexto elegido. La preparación de la actividad conlleva el diseño de las tareas o juegos, la formación de grupos o equipos de trabajo, organizar un sistema de competición entre los equipos, asignar el rol de observador, además de organizar la logística necesaria que acompañe al desarrollo de la actividad (reserva del espacio, desplazamiento, hotel, catering, participación de un experto…)
  • Desarrollo. La actividad se realiza mediante las tareas planificadas en las que es preciso el trabajo en equipo para su resolución eficaz. Se evalúa el comportamiento o resolución por parte de cada equipo. Se observan los roles que asume cada miembro dentro del equipo. Se observa el comportamiento referido a los contenidos que se estén trabajando (comunicación, liderazgo, planificación, resiliencia, trabajo en equipo…). Durante la actividad se va ofreciendo feedback de la misma a los posibles observadores, normalmente directivos o entrenador. El desarrollo de la actividad puede contar con la participación de un experto, normalmente un deportista de máximo nivel en la disciplina en que se haya elegido para la acción outdoor.
  • Evaluación y conclusiones. Finalizada la actividad, se reúne a los equipos y se les ofrece feedback sobre el comportamiento colectivo en la resolución de las tareas, incidiendo en aquello que han gestionado bien y en lo que podrían haber resuelto mejor o de otra forma. Se da visibilidad a aquellas competencias que son imprescindibles para el trabajo en equipo. Se realiza de forma participativa, trasladando preguntas para que los participantes se respondan delante de todos.
  • Fin de actividad. La actividad suele concluir con gestos de ayuden a dar cierre a la jornada, como una comida, un catering, la simulación de una rueda de prensa, photocalls…

Elemento diferenciador de Saber Competir en el out-door training

El elemento diferencial de Saber Competir en el outdoor training es el deporte. Ofrecemos a empresas, organizaciones, entidades, clubes deportivos… la posibilidad de aprender a trabajar en equipo desde experiencias directamente relacionadas con el deporte, de poder vivir un día una experiencia de equipo desde un contexto deportivo o de actividad física, de medio ambiente o naturaleza, u otros muy singulares.

Además de ofrecer el deporte como metáfora para aprender a trabajar en equipo, Saber Competir ofrece el testimonio de un deportista o profesional de máximo nivel representativo del contexto elegido en el que se desarrolla la actividad.

El grado de dificultad de la actividad se adapta al de los participantes. Normalmente se trabaja con un grado de dificultad de iniciación, y si se solicita mayor dificultad, se valora. Las acciones organizadas por Saber Competir cuentan con los seguros necesarios para cubrir cualquier eventualidad o pequeño accidente. 

Una acción outdoor no puede quedar reducida a salir un día de la empresa, convivir y pasárselo bien. Además del disfrute o carácter lúdico, ¿se ha aprendido algo relacionado con el trabajo en equipo que sea transferible al contexto laboral? Debe perseguir el poder vivir de forma activa una experiencia real de trabajo en equipo con las dificultades que conlleva para poder aprender de ello, siempre en un contexto informal y lúdico. Aprender jugando, pero aprender. La acción outdoor se convierte en un entrenamiento de competencias emocionales directamente relacionadas con el trabajo en equipo.

José Carrascosa

José Carrascosa

Pionero de la psicología del deporte en España, ha trabajado durante más de 25 años con deportistas, entrenadores y equipos profesionales de primer nivel, ha colaborado en logros deportivos de sus clientes (ascensos, títulos nacionales y europeos, marcas europeas y mundiales, medallas olímpicas). Ha ayudado a que haya cambiado la percepción sobre las emociones y el alto rendimiento, desde “echarle güevos” a “competir”, desde el desconocimiento a la toma de conciencia del papel de las emociones sobre el rendimiento y el bienestar. Se considera un “artesano” de la educación y desarrollo emocional