LA MIRADA DEL ENTRENADOR (Entrevista a XAVI PASCUAL “PASQUI”)

Beatriz Galilea

Me dispongo a tener una charla con un entrenador que me ha permitido formar parte de su equipo y de su entorno desde hace ya mucho tiempo. Es un gran conversador, se interesa por todo, pero sobre todo, escucha. Xavier Pascual Fuertes, los que le conocemos le llamamos Pasqui, fue portero de balonmano en su época de jugador. En la actualidad, entrenador del equipo de balonmano del FC Barcelona, su club, como él lo denomina. ​Se siente orgulloso de su currículum deportivo (Velux EHF Champions League, Super Globe, Liga Asobal, Copa del Rey, Supercopa Asobal, Copa Asobal, Liga de los Pirineos y Supercopa de Cataluña), pero su mirada en relación a su profesión va más allá de los resultados. Los títulos no son solo méritos suyos, sino que los considera el resultado de todo un equipo, y no solo se refiere a los jugadores, sino a toda la red con la que cuenta incondicionalmente. En la entrevista que a continuación se presenta, Pasqui desarrolla su visión del rendimiento deportivo, de la profesión de entrenador, de lo que es importante, de lo que ya no es tan importante, de sus objetivos. Manifiesta una confianza en sus planteamientos, que denotan su larga trayectoria y una experiencia llena de inquietudes, curiosidad hacia el estudio continuo, buscando sobre todo la satisfacción en el trabajo realizado. A lo largo de la entrevista, un tono apasionado acompaña todas sus reflexiones.

El éxito lo compartimos, pero cuando no hay éxito nos levantamos y volvemos a luchar”, es una afirmación que repite a menudo.

Empezamos nuestra charla de una manera inusual, online, porque no nos permite otra manera la situación excepcional del momento, y lo primero que le sugiero es que se presente, cómo prefiere que le vean o que le conozcan.

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Pasqui, ¿qué significa para ti ser entrenador?

Por encima de todo, tengo que decir que trabajo en lo que más me gusta, tengo mucha suerte. Cuando era pequeño prestaba mucha atención a los entrenadores, cómo se comunicaban con los jugadores, cómo enseñaban. Como entrenador hay una parte pedagógica muy importante en toda mi filosofía de trabajo: no puedo dejar de ser maestro. Es lo primero que estudié: magisterio. Entiendo que mi trabajo es acompañar a deportistas en sus categorías formativas, teniendo en cuenta el momento evolutivo. Pero también eres maestro en el alto rendimiento, acompañando en las diferentes etapas de desarrollo como deportista, que son varias, y que cada jugador las vive de manera diferente. Tienes que ser un apoyo y entenderlos, conocer cuáles son sus inquietudes, dónde quieren llegar; por encima de todo, me intereso por saber cómo son como personas.

Ser maestro para acompañar en ese desarrollo que supone toda una carrera deportiva tiene que ver con un modelo que forma parte de la filosofía del Club, cuyo inspirador es Paco Seirul·lo. No podemos separar al deportista de la persona.

Siguiendo este discurso, tú vas dibujando un equipo, desde una perspectiva holística, ¿qué buscas en los deportistas, en la persona-deportista, más allá de las cualidades técnico-táctica, física, modelo de juego…?

Hay cualidades o competencias físicas, técnicas, tácticas, cognitivas, como has sugerido, pero además, en el club lo denominamos ADN Barça, y tiene que ver sobre todo con el desarrollo de valores y que van más allá del deporte en sí mismo: estoy hablando de compromiso, esfuerzo, trabajo en grupo, respeto, humildad. Como decía antes, algo que va más allá de la pista. Cuando observo a un deportista en categorías formativas y entre los profesionales, me fijo mucho en estos valores, creo que son fundamentales. 

Además, para mí es también muy importante, saber trabajar en grupo, respetar y hacerse respetar, y que todo esto pueda casar con nuestro sistema de juego. Cuando fichamos a un jugador, conocer sus cualidades físico-técnicas es una tarea relativamente fácil; además, con la labor del scouter todavía es más sencillo. Pero esta información, solo es una parte del trabajo que considero que se ha de realizar. Para tener una información más amplia, suelo, en la medida de lo posible, trasladarme a ver partidos en directo. Puedo observar lo que no se ve grabado en un vídeo o en las imágenes que se retrasmiten por televisión, por ejemplo cómo es la reacción de este jugador después de un cambio, qué hace cuando un compañero realiza una buena acción o una acción errónea. Me resulta interesante observar los mecanismos de interacción con los compañeros, el estilo propio del jugador en relación a los intereses colectivos, cómo entrena. Me interesa también todo aquello que representa la “mochila” del jugador (la familia, su formación, su trayectoria…).

Ya no son variables solo técnico-tácticas, son más variables psicológicas, de funcionamiento de grupo a las que se les presta poca atención, y las considero fundamentales para el buen funcionamiento de un equipo y del deportista en su individualidad.

¿Alguna otra estrategia que te gustaría añadir?

Suelo preguntar a otros entrenadores y a compañeros de equipo, exjugadores que conocen cómo funcionamos, y a otros compañeros de selección. Sobre todo, considero que una de las tareas de los entrenadores es hacer seguimiento de muchos jugadores. Nosotros estamos en un club donde es normal interesarse por los mejores jugadores, pero no quiere decir que nos interesen todos y que queramos ficharlos. No todos los jugadores por los que me intereso pueden jugar en el Barça. Siempre quiero hablar con el jugador que quiero fichar, siempre que no haya momentos excepcionales como los que estamos viviendo. Esto es algo que sabe mi equipo, porque lo que no quiero, es que las noticias externas desestabilicen a ningún jugador de la plantilla actual. Todos saben que el equipo está vivo y que interesarse por otros jugadores no tiene que ver con la confianza que tengo depositada en los jugadores que componen la plantilla en este momento. Siempre les recuerdo que cuando les fichamos también hicimos lo mismo con ellos, para ser sinceros desde el primer momento.

Volviendo a cómo contactas con jugadores que resultan interesantes para tu proyecto, ¿podrías explicar cómo lo haces?

Suelo hacerlo de manera personal, incluso me traslado para conocerlo en su lugar de origen, no quiero que me digan lo que quiero oír. Decir que llegar al Barça, es su sueño, no es la respuesta que espero. Me interesa conocer cuáles son sus objetivos, sus expectativas. Para mí, llegar al Barça no tiene que ser el objetivo. El objetivo tiene que ser el querer ganar con el Barça, porque de esta manera el jugador se compromete. Después ya veremos cómo se van a adaptar al equipo, al sistema de juego, a su nuevo rol (posiblemente diferente al que tenía en su club de pertenencia). Estamos en un club donde ganar es la exigencia inicial, a mí me interesa transmitir cómo hacerlo y, por tanto, la intensidad y el esfuerzo que requiere cada entreno y, por supuesto, cada partido, sea de Liga, de Champions o cualquier otra competición…

Ya llevas algunas temporadas renovando al equipo, cuéntame esta transición

Si hablo de la situación actual, no firmamos con jugadores veteranos, se hacen veteranos aquí. El jugador joven hace que la evolución individual vaya integrada a la evolución del sistema de juego.

Entiendo que los equipos son organismos vivos. Estamos invirtiendo el tiempo en entrenar un modelo de juego y buscamos jugadores que se adapten y que ellos mismos formen parte de esa evolución. Es importante que en este proceso los jugadores más jóvenes cuenten con minutos, que se sientan integrados, se identifiquen, y sobre todo que les atraiga ese modelo de juego. Durante esta temporada cambiamos roles y liderazgos, y en este momento los jugadores veteranos son importantes, no solo en la pista cuando entran a jugar, sino fuera de la pista… Son los elementos estabilizadores de todo el sistema. Que jueguen menos minutos, incluso que no estén en el equipo inicial, no quiere decir que sean menos importantes.

¿Qué importancia tienen en esta transición, la veteranía de algunos jugadores?

Es importante decir que entiendo que estos jugadores lo perciban de forma diferente a cómo lo planteo. Jugar pocos minutos para un jugador es prescindir del significado de ser jugador, pero me corresponde convencerles de que su rol va más allá de los minutos de juego.

Los jugadores más veteranos me permiten ir realizando esta transición. Insisto, han cambiado sus roles, y resultan importantes no solo por lo que aportan al juego, sino por la percepción que tienen del sistema de juego y porque  son modelos de valores que necesito que se mantengan en el equipo, porque son la marca de nuestro equipo  

Buscas transiciones y buscas equilibrios ¿Cómo lo consigues?

Escuchando al jugador, esto no significa que siempre esté de acuerdo con ellos. Es importante adaptarse a los cambios, es la vida, hay que irse adaptando continuamente. En algunas ocasiones, si me interesa tener toda su atención, me los llevo a tomar algo, a comer. Busco un lugar más neutro, en el que encuentren la comodidad de poder hablar con más confianza y de manera más personal. 

Evidentemente, puede darse el caso de que el jugador no se adapte o no quiera adaptarse. En ese caso debemos tomar decisiones que, en ocasiones, pueden resultar complicadas y difíciles.

Escuchar y observar al jugador es una parte muy importante del entrenamiento, como acabas de explicar. Pero ¿qué piensas cuando les concedes un tiempo para adaptarse y el jugador necesita más tiempo?

Nunca miran como yo, no tienen el mismo tiempo, pero tenemos que intentar llegar a un acuerdo, llegar a un punto donde podamos entendernos. Es una negociación, nadie gana, hay que estar dispuesto a renunciar a algo. Hay jugadores más rígidos y otros menos. Como cada uno es diferente, no hay tampoco una única estrategia, por eso, hay que conocer mucho al jugador.

Me interesa transmitir la idea de intentarlo. Fracasar es no intentarlo, y lo tengo claro. Si lo intentas y no llegas al objetivo, no es un fracaso. No puedo estar descontento, pero no dejo de examinar por qué no lo he conseguido. Hay cosas que no dependen de nosotros, no lo controlamos todo… no podemos seguir castigándonos por lo que no logramos, pero tenemos que estar seguros de que lo hemos hecho todo, de que lo hemos intentado.

Hemos hablado muchas veces del fracaso y de la frustración ¿La manera como tú enfrentas el fracaso ha cambiado a lo largo de los años?

Creo que un ingrediente para tolerar el fracaso y la frustración es la experiencia. Cuando has vivido situaciones complicadas, te vuelves un experto en situaciones complejas y puedes ir acumulando recursos, soluciones, estrategias para situaciones futuras. Tener confianza y aprender a tolerar la frustración, es clave. Cuando las cosas no salen como he planeado, no busco culpables (los árbitros, el equipo contrario), me centro en lo que hay que corregir, y esto lo transmito a mis jugadores.

Tú me has ayudado a verbalizar cómo vivo las situaciones de fracaso. He ido modificando el sentimiento de frustración del fracaso y he aprendido a comprender y a perdonarme. No he querido quedarme con la idea de que si no llego al objetivo, me frustro. Ahora sé que puedo no llegar al resultado, pero sé reconocer que el proceso es el adecuado, que volvería a repetirlo. Reviso cómo lo hemos hecho, lo que podemos mejorar, lo que depende de nosotros. He aprendido a no prestarle atención a lo que no podemos controlar.

Además, para sentirme capaz de seguir adelante hay otros elementos importantes como la familia, los amigos de verdad, y la gente que trabaja conmigo; sobre estos pilares yo me hago fuerte, me sustentan, me empujan, y cuando me caigo, me dan la mano para que me levante.

Cuando revisas tu trayectoria, desde las diferentes experiencias que has tenido en el deporte (jugador, entrenador, director de un proyecto de tecnificación del Barça de Balonmano, entrenador de porteros, y finalmente entrenador del primer equipo de balonmano del Barça, y algunas experiencias personales muy graves), ¿cuáles dirías que han sido tus anclajes?

Evidentemente, conseguir resultados es importante, pero sobre todo el proceso, cómo he llegado aquí. Por tanto, revisar continuamente mis conocimientos, incorporar otros nuevos, en definitiva estar al día. Pero tengo que decir, e insisto, que por encima de todo esto, el apoyo incondicional de mi familia, mis amigos, compañeros que siempre han estado allí, me empujan a seguir. Lo que tengo claro es que disfruto con lo que hago. Me gusta observar desde diferentes perspectivas y por eso no dejo de estudiar y de rodearme de diferentes profesionales de las ciencias aplicadas al deporte, estos son esos los incondicionales de los que hablaba. Si todos vamos en la misma dirección, multiplicamos; lo contrario solo divide.

Eres muy inquieto, y no has dejado de formarte ¿Qué buscas en la formación continuada?

El entrenador tiene que tener instrumentos, tiene que disponer de muchos conocimientos porque es el responsable de trasladarlo a la pista. Ha de conseguir que lo entiendan los jugadores y que sepan reproducirlo. Durante mucho tiempo tenía la sensación de que hacía cosas, y muchas acertadas, pero no tenía el conocimiento del “por qué”. Necesito el conocimiento teórico para sostener mi trabajo aplicado. Necesito saber la fundamentación teórica que hay detrás de muchas de mis decisiones, de mis pensamientos y de mis reacciones, de establecer sistemas de juego. Necesito intercambiar, experiencia y conocimientos con otros entrenadores, otros profesionales del deporte y fuera del deporte, pero no para que me den la solución, sino para que me den los instrumentos para encontrarla. Siempre he tenido mucha inquietud por saber más, pero no me ha importado reconocer lo que no sé…

De la misma manera que hablamos del talento de los jugadores ¿podríamos decir que el entrenador es talentoso?

Déjame hablar de qué es el talento y/o qué tipo talento. El talento que me interesa es tener capacidad de trabajo. El talento lo tienes o no, todo se puede entrenar, todo se puede trabajar, sobre todo, y como decía Picasso “la inspiración existe, pero nos tiene que encontrar trabajando”. Si no lo trabajas, no sirve para nada.

Dices que hay un talento, que lo entrenas, lo renuevas, buscas ser mejor, pero siempre basado en el trabajo

Si hago todo esto, me siento mejor y puedo dirigir mejor a mi equipo. No me refiero solo a conocimientos específicos de mi deporte, pueden ser idiomas, puede ser la psicología, saber comunicar mejor. Algo que me preocupa mucho, saber aplicar todos estos conocimientos conmigo mismo, con mi equipo de jugadores, con mi staff, y por qué no, en mi vida personal.

El problema es la distancia entre el trabajo teórico y la práctica. Me ha interesado esta trasferencia de la teoría a la práctica. Las experiencias como entrenador te llevan a trabajar guiándote por la intuición, pero necesito saber el porqué, qué teoría me permite consolidar esa experiencia… para ir construyendo poco a poco mi propia metodología. Quizás, tiene mucho que ver con mi manera de procesar lenta, necesito entender el porqué y el cómo.

Además de la formación específica de entrenador ¿cuál ha sido tu itinerario académico?

Primero estudié magisterio y bastante más tarde obtuve la licenciatura de CAFE donde cursé la maestría de fútbol siendo ya entrenador de balonmano, quería estudiar sistemas nuevos de juego ¡aprendí mucho! Seguí estudiando y soy Doctor en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte por la Universidad de Vigo. Y me gustaría acabar mi currículum académico haciendo mención a un nombramiento del que me siento muy orgulloso, es Profesor Honoris Causa en la Universidad Babes-Bolyai (Cluj. Rumania).

A veces, la experiencia como entrenador y los conocimientos que había incorporado al formarme en esta profesión, me daban suficientes respuestas, pero algunas asignaturas grado de CAFE me guiaron a entender qué había detrás de mi experiencia, de lo que entendía que era mi intuición. Cuando aprendí los fundamentos teóricos, ya le podía poner nombre a lo que hacía y a lo que hago en el presente.

Cuanto más conocimiento tenemos, más podemos compartir con otras ciencias. Aprendí más hablando con mis profesores en el bar que en las aulas. El intercambio de conocimiento nos permite avanzar. Por eso creo que en la Universidad deberíamos entrar un poco más tarde, porque la vida ya es una gran experiencia de maestría y llegamos con otro punto de vista, en relación a la adquisición de conocimiento. Me gustaría añadir algo más, no tengo ningún pudor en reconocer lo que no domino o lo que no conozco. Siempre podemos aprender.

Pasqui es una persona con una gran capacidad de trabajo, le apasiona lo que hace y, por tanto, no considera que el tiempo que le dedica a su trabajo sea pérdida de tiempo… no utiliza esa expresión. Está siempre dispuesto a responder a su staff en las necesidades que tienen y, sobre todo, a sus jugadores. Pero esa misma capacidad de trabajo la exige a todo su equipo técnico y jugadores.

¿Cómo dirías que consigues esta dinámica de trabajo, de esfuerzo constante?

Soy muy preciso pidiendo lo que necesito de cada uno de los técnicos, así también como en los entrenamientos lo que pido a los jugadores. Por encima de todo, me centro en transmitir mis conocimientos; mi visión del juego. Pero también es verdad, que consigo delegar, confío en el trabajo individual de cada uno de los técnicos del staff. Creo que hemos llegado a un punto en el que sabemos perfectamente lo que hace cada uno de nosotros, por qué y cuándo. Eso sí, reconozco que exijo velocidad en el retorno de las tareas. Todos sabemos qué hay que hacer y los tiempos de entrega de las tareas necesarias para preparar los partidos de las distintas competiciones

Hace tiempo te oí comentar que el entrenador lo es 24 horas al día.

Estoy disponible siempre, tanto para mi equipo técnico como para mis jugadores. Pero también he aprendido a regular mis tiempos personales. Para rendir, es necesario que me desconecte, que descanse física y psicológicamente, dormir bien, por ejemplo. Se trata de mi entrenamiento invisible, que también queremos que los jugadores lo tengan en cuenta para poder rendir en la pista. Si yo lo practico, puedo indicar, puedo convencer a mis jugadores de que lo tengan en cuenta.

Actualmente lo he conseguido con mi profesión, con mi familia, incluso con mis amigos y compañeros de trabajo. Tener momentos personales, invertir un tiempo en uno mismo, es bueno para mí y para el equipo. Lo he ido aprendiendo con el tiempo, valoro mucho mi tiempo. Y a medida que van pasando cosas, vas adquiriendo experiencia sobre lo que es prioritario, lo que es inmediato… no todo es urgente.

Estoy disponible porque las circunstancias son las que son, y sobre todo en según qué momentos de la temporada. Estar preparado no significa que únicamente esté pendiente del equipo, pero sí disponible. Mi prioridad es estar preparado para rendir al 100%. Es algo parecido a lo que pasa con la activación de los jugadores. Cuando un deportista está sobreactivado, no rinde a su mejor nivel, pero tampoco cuando está por debajo, tiene que saber encontrar su nivel óptimo de activación para que el rendimiento sea lo esperado, para lo que está preparado. Yo tengo identificado mi nivel de activación óptimo, y tengo mis estrategias para conseguirlo, dormir, descansar física y psicológicamente. Antes jugaba a padel, ahora doy largos paseos. A veces doy un paso para atrás, pero es para darme un impulso, y seguir adelante.

Acabamos como hemos empezado, utilizando la misma palabra con la que describía a Pasqui.

Tenemos que escuchar más… mi consejo es escuchar a los jugadores, escuchar a tu equipo técnico, escuchar a tu entorno. En este país se dice que no dialogamos, lo que nos pasa es que no nos escuchamos. Y eso lo trasladamos a todos los ámbitos, familiar, social y profesional. Es necesario escuchar la realidad del “otro” para entender lo que le pasa, cómo piensa, e incluso cómo reacciona. No puedo obligar al otro a verlo como yo lo veo, desde mi propia mirada, pero puedo entenderlo y tendríamos que intentar dedicar más tiempo a la escucha mutua. Al escuchar nos daremos cuenta de que hay muchas realidades y todas válidas…

Este artículo se publicó originariamente en Noviembre de 2020

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Beatriz Galilea

Beatriz Galilea

Psicóloga. Máster en Psicología de la Actividad Física y del Deporte por la UAB. Máster en Psicología Clínica. Responsable del Departamento de Psicología, Centre de Medicina del Deporte del Consell Català de l’Esport, de la Generalitat de Catalunya. Profesora en diferentes Másters del ámbito de la Psicología del Aplicada al Deporte. Asesoramiento psicológico FC Barcelona, Sección Balonmano. Temas de interés: entrenamiento psicológico para la mejora del rendimiento deportivo, hábitos de vida del deportista, asesoramiento a entrenadores, carrera dual del deportista.