Orientaciones psicológicas para el deportista “migrante”

Marta Soler
Orientaciones psicológicas para el deportista “migrante”

Según la Real Academia Española (RAE) se define migración como un “movimiento de población que consiste en dejar el lugar de residencia para establecerse en otro país o región, generalmente por causas económicas o sociales”. Los movimientos migratorios han acompañado al ser humano a lo largo de toda su historia considerándose algo inherente a la especie, que forma parte de su naturaleza. Las causas por las que las personas emigran varían según numerosos motivos como por ejemplo el clima, la comida, temas políticos, conflictos bélicos, motivos laborales, sociales y / o deportivos.

El tema que ocupa este artículo se refiere a la migración deportiva. La migración como tal puede ser un cambio de residencia dentro del mismo país, un cambio de un país a otro dentro del mismo continente o un cambio a otro continente. Actualmente son muchos los deportistas que por diferentes motivos deciden cambiar su lugar de residencia. En cuanto a la migración deportiva, los motivos suelen ser muchos, entre ellos:

  • Por crecer y tecnificarse en su deporte. Por ejemplo, un adolescente abandona su pueblo para ir a un CAR en la ciudad.
  • Por un ascenso en su carrera profesional. Por ejemplo, un deportista recibe una oferta que le permite ascender de categoría en otra región.
  • Por un contrato económico. Por ejemplo, un deportista tiene la posibilidad de recibir una mayor cantidad de ingresos por su trabajo, pero en otro lugar.
  • Por una retirada deportiva. Por ejemplo, un deportista decide alargar su carrera deportiva en otro país.
  • Por un motivo social y político. Por ejemplo, un país que atraviesa momentos difíciles y no garantiza el entorno apropiado para el desarrollo y crecimiento deseados para, por ejemplo, salir de las favelas.

A continuación, se plantean una serie de preguntas y respuestas relacionadas con la migración deportiva, con dejar el lugar de residencia y querer “volar” .

 

Migración deportiva: preguntas y Respuestas

¿Cuál es el periodo de vida activa de un deportista?

La esperanza de vida activa del deportista depende del deporte que practique: no es lo mismo un golfista que un gimnasta. Los años de su vida en que pueden hacer deporte en uno u otro caso, varían enormemente. Por ejemplo, el golf es un deporte longevo y es corriente ver a personas de 60 años disfrutando de su práctica, mientras que un gimnasta de 30 años es de los veteranos en su deporte. En cualquier caso, pongamos por norma general que la vida activa de un deportista comprende un periodo desde los 18 a los 35 años.

¿Qué decisiones se suelen tomar entre los 18 y 35 años de edad?

¿Coincide esta edad con otras circunstancias vitales de su vida, como, por ejemplo, elegir una profesión alternativa a su deporte (plan B), dónde y cómo estudiar, elección de pareja, formar una familia, lugar donde residir, comprar o no una casa…?

¿Qué supone migrar para la persona?

Supone continuar con su vida en un lugar nuevo y empezar a hacer de aquel sitio su nuevo hogar. Según la RAE, residencia se define como “lugar donde residen las personas sujetas a unas normas de convivencia”.

Si hay algún lugar en el mundo en el que uno debe sentirse a gusto, este es, sin duda, la casa de uno mismo, tu cueva.

¿Con qué dificultades se puede encontrar una persona al migrar?

Para responder a esta pregunta hay que considerar dos categorías o aspectos diferentes, internos y externos. La diferencia entre ellas es que los internos parten de las emociones del individuo que siente y padece, frente a los aspectos externos que se relaciona con temas ajenos a la persona.

  • Aspectos internos: soledad, responsabilidad, presión, miedo, estrés, ansiedad, preocupación por la integración, nostalgia, lidiar con la incertidumbre, la expectativa que tiene… En ocasiones las expectativas y lo que imaginemos sobre lo que pueda pasar son mucho peor que lo que de verdad luego es.
  • Aspectos externos: Cambio cultural, hábitos nuevos, otras normas sociales y horarios, un idioma diferente, adaptarse al clima, acostumbrarse a otros sabores y gastronomía…

¿Migrar como una decisión impuesta o deseada?

Hay casos de todo tipo, pero es favorable para la persona cuando es una decisión voluntaria, que parte de uno mismo, que ha sido prevista y se ha planificado con tiempo suficiente como para elaborar la despedida y prepararse para todo aquello que está por venir. Por el contrario, cuando el cambio de residencia se debe a causas externas al propio afectado, como pueda ser la decisión del director deportivo de un club, el proceso de duelo y adaptación se pueden complicar o pueden aumentar su dificultad. En cualquier caso, sea una decisión buscada o una decisión asignada, el proceso de migración supone afrontar unos retos y consecuencias para el individuo que en ocasiones requieren una atención psicológica.

Uniendo las dos primeras preguntas sobre la edad activa de los deportistas y las decisiones que deben tomar… ¿qué puede ocurrir? Que los hijos sean pequeños y viajen todos juntos, tal como ocurre cuando el deportista profesional viaja con toda su familia.

¿Qué supone esto para sus familias?, ¿suelen migrar solos o acompañados?

Esto es una decisión que la pareja debe tomar conjuntamente y de mutuo acuerdo. Hay deportistas que viajan solos y la familia se queda en la residencia habitual, mientras que en otras ocasiones, la pareja viaja también junto con los hijos en el caso de tenerlos. La familia es un sistema donde lo que le ocurre a uno de los miembros, afecta a los demás. Es decir, si uno de ellos emigra a otro país, el resto de la familia se verá afectada. Para tomar esta decisión, influyen muchos factores como las edades de los hijos o la carrera profesional de la pareja, entre otros.

¿Qué supone para los hijos en función de la edad?

Pensando en los hijos, primero empezaremos definiendo qué es el vínculo y, a lo largo de este punto, desarrollaremos cómo influye en cada una de las etapas. El vínculo se define como una unión emocional estable entre dos personas. Para explicar esta parte, se propone una clasificación dividida en los siguientes rangos de edad: de 0 a 3 años, de 3 a 6 años, de 6 a 12 años:

  • De 0 a 3 años. Durante los tres primeros años de vida, el niño establece relaciones con el entorno, surgiendo una relación especial con quién le cuida más directamente. Durante esta etapa, los cambios de residencia no suele afectarle, ni sufrirá ninguna consecuencia psicológica, siempre y cuando siga manteniendo el apego con su figura de referencia, esté cuidado y se sienta protegido por sus progenitores.
  • De los 3 a los 6 años: entre estas edades se producen en el niño importantes cambios madurativos que le permiten ganar autonomía y ser menos dependiente de los adultos, entendiendo que hay una diferencia entre su mundo y el de los mayores. El mundo del niño ya no queda reducido a su familia y empieza a relacionarse con amigos, disfrutando de juegos y actividades con ellos. En cuanto al vínculo, ya empieza a crearlo con sus amigos y puede que le cueste más cambiar de residencia que cuando era más pequeño. Para ello, los adultos deben hacer lo que esté en su mano para permitirles seguir teniendo contacto con sus amigos.
  • De 6 a 12 años: el niño puede sentirse desarraigado del lugar donde ha crecido y donde tiene sus amistades, su centro de estudios, sus actividades extraescolares, su parque de juegos. A estas edades, el concepto de amistad adquiere una especial atención: romper el vínculo con su entorno le costará más según vaya siendo más mayor. El desarrollo evolutivo alcanzado a estas edades le permitirá elaborar la experiencia. Algunos niños integrarán los cambios correctamente, el duelo por lo que anhelan y la ansiedad ante lo nuevo. Cada proceso de adaptación es único, en ocasiones pueden parecer bien adaptados al principio, pero luego a los 2 meses acusan el cambio y echan de menos lo abandonado; otras veces, pueden mostrarse tristes al principio y después irse acostumbrando al lugar de destino progresivamente. En este sentido, se recomienda seguir manteniendo relación y amistad con los amigos del lugar de origen y los padres deben apoyarles en las labores prácticas y logísticas para ello, como por ejemplo, visitar el lugar de origen en aquellos periodos que el calendario escolar lo permita o servirse de las tecnologías como videollamadas con cierta frecuencia, con la finalidad de conservar ese vínculo que se ha creado. También es conveniente hablar con ellos sobre este proceso que están viviendo y ayudarles a manifestar sus sentimientos.

¿Un cambio de residencia supone la elaboración del duelo?

Un duelo es una pérdida que sufre la persona. Cuando alguien toma la decisión de cambiar su lugar de residencia, debe pasar por un proceso de asimilación y adaptación. El duelo migratorio se inicia cuando la persona está en el lugar de origen. Esto supone una despedida de su entorno familiar y social, de su cultura, de su paisaje, etc. Se deben considerar las causas de la migración, pero aun siendo una decisión que se haya tomado con convencimiento, va a suponer un proceso de duelo para la persona.

¿Influye el tipo de deporte que sea: si es individual o colectivo?

Cada realidad deportiva es distinta. En el caso de un deporte de equipo, puede ocurrir que un deportista extranjero tienda a unirse con aquellos compañeros que son paisanos. En lo que se refiere a identificación, este grupo puede proporcionar una red de apoyo con quien aliarse y sentirse aceptado dentro del equipo. Esta acción es completamente adaptativa, pero se debe tener cuidado y vigilar que no formen un grupo cerrado y por ello dejen de relacionarse con los compañeros del equipo de otras nacionalidades.

En cuanto a un deporte individual, se puede afirmar que cada disciplina tiene sus peculiaridades, pero por norma general, el deportista va a estar rodeado de su cuerpo técnico donde probablemente figuren varias personas de distintos países y, en lo referido a su integración en la nueva sociedad, habría que estudiar cada caso concreto de una manera aislada. Pero el ser humano es social por naturaleza y tendemos a unirnos unos con otros.

¿Aspectos que hay que tener en cuenta sobre el idioma?

Se debe empezar tan pronto como te sea posible a recibir clases y aprender la lengua extranjera dedicándole varias horas a la semana. Si se adquiere una buena base, permitirá desenvolverse ágilmente en el nuevo ambiente e integrarse más rápidamente. En el caso de los niños, también es conveniente que aprendan unas nociones básicas de la nueva lengua antes de llegar al país de destino, pero ellos tienen la gran ventaja de que absorben como esponjas y son capaces de aprender a una velocidad asombrosa, mucho más rápido que los adultos. Si el niño es muy pequeño y todavía ni siquiera domina el idioma materno, es preferible que se vuelque en el idioma extranjero y, una vez lo haya aprendido, se vuelva a hacer hincapié en el aprendizaje de su lengua materna.

¿Se puede pedir ayuda?

Acciones en materia de acogida. Es buena opción mantenerse en contacto con la Embajada, ya que estas en ocasiones organizan eventos sociales con el objetivo de que los migrantes se conozcan entre sí y creen lazos que satisfagan su vida social y faciliten su día a día en el nuevo país.

¿Se ha vivido en otro país en algún momento de la vida?

¿Ha cambiado esto en algo la percepción a la hora de acoger a aquellos compañeros que vienen de fuera?, ¿ahora se les entiendes mejor? Se debe actuar bajo la siguiente máxima: “trata a los demás como te gustaría que te tratasen a ti”.

EJERCICIO DE REFLEXIÓN

Conviene dedicar unos minutos a pensar en la siguiente cuestión, hacer una lista con los deportistas y técnicos deportivos que se conoce bien a nivel personal o a través de la prensa, que se han ido a vivir a otro país. Imagina qué retos y dificultades han podido encontrarse en lo que al ámbito psicológico se refiere.

Consejos si te mudas al extranjero

  1. Ten claro los motivos por los que te marchas.
  2. Márcate unos objetivos realistas.
  3. Haz el duelo y despídete de tu lugar de origen.
  4. Cuenta con tu red de apoyo para hablar sobre el tema.
  5. Imagina en positivo el escenario que te vas a encontrar.
  6. Aprende el idioma cuanto antes.
  7. Establece relaciones personales con los nativos.
  8. Muestra interés en su cultura y sus costumbres.
  9. Date un tiempo de adaptación.
  10. Disfruta de esta experiencia única.

Como conclusión, viajar proporciona al individuo una experiencia única que le abre las puertas para conocerse a sí mismo, conocer más su propia cultura y enriquecerse a nivel cultural, social y personal. Los motivos son diferentes de unas personas a otras, pero la migración en sí es inherente al ser humano, forma parte de su naturaleza y seguirá siendo así a lo largo de toda su historia.

Marta Soler

Marta Soler

Psicóloga del deporte por ilusión y por vocación. Desde el inicio de su desarrollo profesional ha estado vinculada a la psicología en contextos deportivos, en diferentes disciplinas, deportes de agua, de raqueta y fútbol… Defensora y practicante del trabajo en equipo, es asesora de entrenadores y educadora emocional de deportistas. Tiene experiencia en la formación de jóvenes futbolistas procedentes de otros países o culturas.